Inteligentes,
nuestros antepasados politeístas
se cuidaban
de una posible impiedad por omisión:
colocaban una estatua
y allí rendían culto a los dioses posibles,
pero desconocidos.
Quizá alguien soñara
con cruzárselos entre los campos,
a los pies de esa estatua, llegando
a las puertas de la ciudad,
todavía fuera de las murallas.
Deberíamos rendirle culto,
como ellos, al futuro
posible y al presente
que no nos compete,
y recordar que este cuidado
de nuestros ancestros mediterraneos
tenía mucho de miedo
el gran maestro de la naturaleza,
por la ira de esos visitantes desconocidos,
que nunca sabemos cuando pueden llegar
hasta que llegan.
O como hizo Bohr, luego
de diseccionar a la materia última,
quitarle su privilegio y penetrarla
en su recinto amiótico;
después, digo,
de abrir el átomo y mostrarnos
sus entrañas electrónicas,
hablaba aterrado
de las variables ocultas que ponían en jaque
el ímpetu determinista de un grupo
de científicos nucleares que tejían
con hilos cuánticos
un futuro de años inseguros.
Es que no entendemos que
el caprichoso anhelo de los dioses
y de los electrones de hacer
lo que se les de la gana
sin considerarnos en lo absoluto,
es el miedo al oscurecimiento
más puro:
el de la razón.
Para el azar hemos de alzar,
en la entrada a nuestro mundo,
una estatua y así asegurarnos
de que no nos castigue
por una impiedad imprevista.
El azar es nuestro Dios desconocido.
Wednesday, August 17, 2011
el dios desconocido
Tuesday, January 18, 2011
Thursday, January 21, 2010
amor vertebral
de la envoltura
las yemas
zarpan
palpan
las fibras
captando
y recaptando
la
lengua
casi hipnotica
del
amor
vertebral
que permea
todas las sendas
todos los flujos
en un encuentro
único
con la fuente
primeriza
del momento
primerizo,
donde el habla es nueva;
donde el canto es un presagio;
donde las finas lineas de hileras
contagian esplendor
al circulo
de uteros balbuceantes--
de todos los lazos--y todas las
lianas
en el baile
conectivo
azucarado
y bien humano
del ocaso
encendido
Tuesday, November 17, 2009
surcos
de toda empinada ruta, lo que ella refleja,
sus simientes,
bajo ellas lo inconcluso; lo partido,
en eterno diferir de rumbos
bajo aquellos surcos predichos
se busca estrella en movimiento
fugaz que fugue
trazando estelas virtuales
de sentido nuevo,
surcos en la arena
acallados por el viento.
Tuesday, November 03, 2009
de paseo..
que era lo que vivian
antiguos perso-perciben?
intra-mares fantasticos del sentir.
pulsiones fatales de lo que vive.
Todo es deseo.
La pulsion de vida.
La pulsion de muerte.
El regalo de la eleccion.
Era, seguramente
una familia de sangre,
un linaje de guerreros.
El secreto de los viajes.
La baba de los mudos
que chorrea por sobre nuestras cabezas,
las cientos,
miles de expresiones-percibidas.
Perso-percibe en diferido,
en doble o triple vision,
(acumulacion de mundos)
habitaciones-realidad,
de caminos aledaños que nutren
y acaso tambien esperan.
Tuesday, May 26, 2009
nada propio
las baldozas amarillas arrimadas unas a las otras sostienen la basura con la que los transeuntes bailan los primeros vientos de la manhana. los autos de distintos colores espejizos traman un obtrusivo cerco entre las viejas paredes llenas de sucios volantes. bolsas de basura y objetos en desuso y rotos se acomodan entre altos troncos de madera. los cables en las alturas cruzan varias veces entre los bloques de ventanas , algunas veces con raices enmaranhadas , otras con palomas que observan. dos perros de pequenho tamanho intercambian ladridos mientras los grandes abrigos de las deunhas mueven las correas mientras acrecentan los tamanhos entre los cuellos de los mamiferos. el reflejo entre las ventanas detras de las plazas muestran un circulo amarillo fulgoroso y llena de miel los colores de la tela que lleva la gente. la desarmoniosa melodia de las bocinas de los autos de las calles resuena mientras las hojas del puesto de diario mantiene senhoritas voluptuosas en distintas posiciones . la distancia entre las veredas es ocupada por una dura jalea de piedras brillantes , pintura blanca semi adherida , tapitas de gaseosa y bolsas con marcas de ropa desgastadas del tiempo del sol sobre ellas.
Monday, April 13, 2009
Prueba
Un impulso que, esta vez, dejé escribir. Pensando en una película alemana, el amor entre una mujer hetero y un hombre homosexual.
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Cierra los ojos. Intenta, por un instante, transmutar su voz en la de un hombre. Entre sus pestañas se asoma su sonrisa, unas líneas finas y dóciles de mujer, y el encanto muere. La mira hablar. Le recuerda a su madre, esos gestos voluptuosos e imprevistos, sus manos que surcan el aire al ritmo del discurso. La ama. Sí. La ama. Pero no la desea. La ama por su simpleza, porque todo está expuesto. Como la merienda en la mesa: las galletitas, la mermelada, todo al alcance de la mano. Así es ella, sirve su amor en manteles a cuadros como si fuera una tetera. Y eso es hermoso y es todo, pero es un todo sin trasfondo, sin misterio —sin masculinidad. No hay dónde ahondar. No hay brusquedad ni sudor ni terrenos propios ni ajenos. Es como si ella lo completara, y esa acción, ese acompañar, se lleva ligero y amoldado al cuerpo. Pero el deseo, al menos su deseo, es por lo extraño y tan familiarmente conocido. Por encontrar su propio cuerpo en otro hombre y ahí saberse extraño y en placer.
Hace minutos ella dejó de hablar. Se dedica a tomar el café y mirar por la ventana. Piensa en Tomás y en su gata. No se la debería haber llevado. Ve a la gente pasar, sacos de carne que se balancean hacia cualquier dirección. Entre ellos, piensa, está algún hombre que la amará, y por un instante la idea le suena tibia y repugnante, como un saco de té recién descartado. Y así descarta la idea. No pensar más en el amor. Pensar en que hay una alternativa aún no pensada. Los pingüinos se acompañan por siempre y cuando muere uno el otro se confina a la soledad. Quizá sea así —otra idea, otro saco de té.
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versión no corregida
Saturday, February 28, 2009
desde el hilo
intuición del no se nada
lo que importa,
no debería estar ahí,
burbuja
las bocas de todos los arboles,
el murmullo,
las manos en el agua,
los colores,
las ventanas,
cualquier augurio
bajo la lluvia,
hoy, entre palabra y palabra
es circulo.
recorrido furioso
de tratar de entender
conversaciones a los gritos,
sonidos que son otras palabras
o al reves.
tanta intensidad,
saberse vivo,
los rincones
donde ellos escriben,
principio y fin
mutaciones abruptas.
increíbles bostezos
de media tarde,
atributos centrados
pero mas que nada
sospecha
lo secreto bailando,
la intuición es memoria,
olvido para traer del viaje
encarnación del recuerdo
un gesto,
una linea,
combinaciones.
distintos niveles.
es impalpable
el ocaso.
Wednesday, February 25, 2009
“…el camino del hombre recto está por todos lados rodeado por las injusticias de los egoístas y la tiranía de los hombres malos. Bendito sea aquel pastor que en nombre de la caridad y de la buena voluntad, saque a los débiles del valle de la oscuridad, pues ese es el verdadero guardián de su hermano y el descubridor de los niños perdidos. Y les aseguro que vendré a castigar con gran venganza y furiosa cólera a aquellos que pretendan envenenar y destruir a mis hermanos. Y tú sabrás que mi nombre es Yavéh, cuando caiga mi venganza sobre ti.!”
- La famosa frase de Jules Winnfield (inerpretado por Samuel L. Jackson), en Pulp Fiction
Tóxico cinco: entra, lo mira y se pregunta ¿cuan tóxico puede realmente ser?
No es casualidad. Los nombres me persiguen y los hombres que me gustan siempre tienen las mismas características. Ante todo, y más allá de cualquier otro rasgo definitorio, son tóxicos hasta la médula. Y yo, una y otra vez, voy y meto, o dejo que se metan. Me empapo, me enamoro y des-enamoro con cada palabra nueva o vieja, con cada hilo de coherencia o saliva compartido. Voy, una y otra vez, hacia el núcleo latente de eso que me hace mal con la esperanza ciega de que por una vez la realidad no esté escrita. Siempre me encuentro mirándome al espejo alguna madrugada, incomoda por el colchón, por los ruidos, por la presencia de ese cuerpo que me es extraño y conocido a la vez. Me miro y me pregunto quien soy yo, y quién es la persona con quien estoy durmiendo.
Otras veces, las más entretenidas y dolorosas, y cuando más se pone en juego mi palabra y mi deseo, no me animo a sentenciar la toxicidad del otro. Me miro en su espejo una madrugada y sólo pregunto: ¿cuán tóxico puede realmente ser? Y ahí sí, definitivamente, me pierdo contenta en ese colchón incomodo, en esos ruidos que nunca escuche antes, me acoplo al cuerpo del otro y me hago una con él y con la posible toxicidad que contiene su existencia. Como si entre sueños le dijera: intoxicame, que está bien. Sí, ahí sí, estoy perdida y sin salida.
Amargo o dulce, o una mezcla de los dos, como le gusta a él, el devenir empieza a desgajarse ante mi cuerpo como una nube de impaciencia, de palpitaciones extrañas, de dolor, vergüenza, y sueños cortos dónde siempre está él haciéndome alguna pregunta extraña, desmedida, fuera de tiempo, de lugar y de forma. Amargo o dulce, se desenrolla el devenir.
Y me someto a la duda, la gran duda incontestable, acerca de su toxicidad y el efecto –permanente o momentáneo- que podría llegar a tener en mi cuerpo. Lo tóxico empieza a crepitar con las llamadas sin contestar, con las excusas, con las palabras no dichas y con las dichas demasiadas veces. Crepita y la miro subirse a mis pies. Y aunque me devore la curiosidad, o las ganas de salir corriendo, me duermo todas las noches haciendo un corte transversal y casi perverso entre pulp y nine inch nails (por el que más de uno me querría asesinar):
You are the drink i should have never drunk, you are the cut that makes me hide my face, you are the needle in my vein, you are de bullet in the gun, you are all the things i cannot hide, and I am the sex that you provide, I am denial, guilt and fear, and I control you. Oh well, you know what I mean. I've done this before and I will do it again. Menos mal que sólo somos amigos.
“…el camino del hombre recto está por todos lados rodeado por las injusticias de los egoístas y la tiranía de los hombres malos. Bendito sea aquel pastor que en nombre de la caridad y de la buena voluntad, saque a los débiles del valle de la oscuridad, pues ese es el verdadero guardián de su hermano y el descubridor de los niños perdidos. Y les aseguro que vendré a castigar con gran venganza y furiosa cólera a aquellos que pretendan envenenar y destruir a mis hermanos. Y tú sabrás que mi nombre es Yavéh, cuando caiga mi venganza sobre ti.!”
- La famosa frase de Jules Winnfield (inerpretado por Samuel L. Jackson), en Pulp Fiction
Tuesday, February 10, 2009
el vientre y la trampa
Bien entre el vientre y la trampa del espejo coagulado
entre la forma de afuera de los saltos y las millardas de imagen
interna pululante,
si entre eso y el silencio hay un Paso
un silencio desmedido que figura:
si el sonido es una meta
si la palabra es una busqueda
si Bien entre el vientre y la trampa
hay dos pasos perdidos anclados mirandose de reojo a los cuerpos prendidos sutiles
desde la carne y mas adentro en el nucleo acaramelado
si hay incitación a que
todo pulse y vibre como en cada momento prendido
y si estamos
entre el vientre y la trampa
a un paso, mero paso, click de reaccion
fichas elocuentes, un baile
si hay una mera instancia
entre lo infinito
un silenciar
un segundo de eco
reverbera la palabra
al oido
y pulsa, pulsamos, vibramos atentos
en una atención desmedida que solo la
nolocalidad puede darnos en este rato
si hay
un impulso desmedido
una
sutileza mas alla de las sutilezas
el sIlencio las conoce, portadora
las lleva con ellas
en pasos
en manos mojadas y retumba, retumba
si hay
pulso dirigido
hay molecula que estalla
si hay momento que se vuelve
a un paso de distancia, conciencia
unificada
pero disolviendose
y el ansia
entonces vibra
y calma
y si
estan
encendidas
y si de un–
fuego
y una–
seguridad
Si entonces algo es ventilado cae en vias de que se lo coma la bestia invisible en una de sus jodidas proezas
(de arriba)
(en el punto medio del cerebro)
recibiendo el linaje guardado
entre sueños bostezos despertar
momentos-eco segundos hundidos
vida constante interminable
ancestros moleculares
ahora tambien
en el neuroespacio
y entre un
paso
tambien
del eco
de la garganta y el vientre
inevitables
vuelvase todo noche
reverberante
Monday, December 29, 2008
Se llama amor
Una tristeza con forma de anhelo.
Te busco.
Te extraño.
Estás dentro mío, lo se.
Sigue siendo así,
pero ya no colmas mi vientre, sino mi alma.
Algo nuevo se gesta dentro de mí.
Algo se destapa.
Lo has develado tú
en esta corta estadía
de vida.
Se llama amor.
_
Así fue siempre,
el cielo blanco
colgando de un hilo dorado,
y uno mira con el cuello doblado,
con el cuello quebrado
y sabe, perfectamente sabe
que la vida de esta manera es innecesaria.
en realidad
la vida es un misterio hipnótico,
esa conjunción irrefrenable,
ni del sol
ni de la luna.
levanto el teléfono
y todos sueñan,
o solo yo estoy soñando
pido que me pasen con el de al lado
y el me habla,
desde un tubo averiado
le pregunto porque esta lejos
y no me sabe o no quiere decirme
entonces enfuresco
en una rabia apagada
arrojo por la ventana un montón de papel,
una tira interminable de papel
me río y lloro y duermo y canto.
la figura indeterminable,
el redondel,
la espiral,
pero la risa,
el encontrar un espejo que se detiene
y admira,
y que realmente lo siente.
Wednesday, December 17, 2008
sur
Cien mil pies al sur
cien mil, y una noche
derramada en estivales atonías
salvajes
Siguiendo el paso
Pasaje enmudecido
por la niebla
Se acerca el día
en que la estrella descienda
inmaculada
y férrea
Un paisaje rítmico
una hoja.
El silencio de la cresta indómita
salpicando el cerezo.
Escondes en ascuas,
penas
e inciensos.
Quemas.
La salvia eterna de la boca
de un manantial.