Thursday, July 20, 2006

Eso...

...Es que escribir me da alegría... digo, ese escribir escribiendo... sin siquiera proyectar una meta... haciéndose la meta sola o no, pero haciéndose ella en el transcurso. El amor en la palabra, y no la palabra de amor. Ese sentir mientras se despliega, chorreante, se escapa, se vomita de adentro, con ese estado adrenalínico de estar siempre al borde de un abismo (siempre uno nuevo), siempre en el limite, siempre cayendo y cayendo, en lo que, sólo, se crea. No me vengan con reglas, del allí, del allá o del mas allá. El ahora... y nace algo nuevo.

Ayer leía un cuento de Salinger y encontraba eso en un otro. El cuento como algo arrancado de su alma, como quien no quiere la cosa, como él mismo. Siendo. Y yo leyendo vida pero una vida siendo vivida... no la historia de alguien que vivió y todas sus aventuras... nada de eso, sino el propio acontecer de alguien que se escribe a si mismo, se escribe en el cuerpo (o su cuerpo escribe todo él, su sangre, sus musculos, sus nervios...), como parte de un acto cotidiano; comer, dormir, escribir.

Ya se que te hable mucho de Salinger ya, pero se arranca de mi. Nunca me vas a ver escribiendo para algo, con un fin. El fin aparece después y ni siquiera es ese Fin en sí mismo tan eudaimonista. No. A veces ni aparece. Si aparece quizás, es por el mero hecho de compartir... no jugar solo... y yo aquí que te escribo, tal vez como excusa, tal vez como una simple necesidad de sacar y sacar y que todo corra y salte y cante rimbombante y siempre la adrenalina en la garganta. Todo en la garganta. Abrazo de oso, abrazo de garganta, porque ahí esta toda la felpa y la fuerza y la sonrisa, amante y cómplice.

Cortazar cómplice de hidromurias y plineos, noemas que se escapan y temblores como luna en el agua. Siempre en el borde, siempre cayéndose para “el otro lado” y riéndose tiernamente. Tampoco un puente se sostiene de un solo lado, y he aquí por qué escribo siempre a alguien. La escritura, la palabra, el dialogo como puentes. Un puente y ahí estás.

El no-esfuerzo de la filosofía.

Lo dadá hace un esfuerzo, y por eso no tiene la sonrisa tierna. Hace un esfuerzo y se le nota, un esfuerzo por no obligar al sentido, y que venga solo. Pero el esfuerzo... y se nota.

Hay cosas escritas con esfuerzo muy bellas y pomponas. Pero leer no es digerir para luego comentar. Leer es escribirse adentro, con tinta de intensidades y sentimientos, de nuevo la garganta, la adrenalina, y la sonrisa en el pecho. Y cada lector como algo nuevo, un texto nuevo que se va creando. Eso debe ser la magia. Como en el diálogo, en donde no se frena para interpretar... uno esta en un carro en movimiento, velocidad, salvajismo, todo va y viene y no es que vaya y venga sino que va siendo... uno solo. Se funden los individuos en un fluir adrenalínico y efímero; la magia. Es hermoso. Hermoso es permitirse eso. Salirse de lo cotidiano, y que las pupilas centelleen contentas, rimbombantes, porque en ese momento no hay juicio, no hay grietas, no hay yoes-barrera ni yoes-descalificantes ni yoes-ego-grande ni de los otros que no dejan de serlo. Los planos se conectan (lo logran), de adentro a afuera y no a la inversa. La velocidad. Con la velocidad se desdibujan las personalidades, se dejan de ver, cual soga sacudida en el aire. Se pierden los limites del tu y el yo, y ese vapor que corre creando, va dejando una estela. Eso, para mi, es la felicidad...


(Y la música? No, lo sinfónico progresivo hace un esfuerzo... yo me refiero mas a las sonrisas en el pecho, a drexler, a bochaton, a las canciones alegres de voz y guitarra, y nada mas (TODO eso). La genuinidad. El alma en la mano, y mucho gusto... aquí estoy, abrazame, baila conmigo, amigo, te quiero.)

Monday, July 17, 2006

Escribí en mi

Escribi en mi, y yo escribo en vos
La palabra no duele... el gesto...la boca
Y te arrellanas y lees
Desciendes y vuelves a mi
Como una trenza enmarañada
De palabras sobre la piel

Dulce fluir de un algo que gesta el viento
Y ahí estas
Te alcanzo en sueños
Es que...
A veces lo que sangra no duele

A veces..

De las dualidades

De las dualidades


Del yo y del otro
Del adentro y del afuera
De lo idéntico y de lo diferente
De lo interno y de lo externo
Del esoterismo y del exoterismo

Como si en algún momento
existiese la necesidad de separar
quirúrgicamente
lo que en si se derrama

Lo que pide concepto
o de lo otro...
o de eso que no se deja atrapar
pero está


Sobre lo marcial del arte
Eso que esta del otro lado, digo del lado que vos no estas, si, ese que supera tus propios limites geográficos de individuo constituido como tal, quiero decir, el otro, con su potencia ...de actuar
Y vos.. o yo, o lo que, mejor dicho, persiste o subsiste constante mientras que lo otro .deviene

(es increíble lo cuidadoso que uno intenta volverse al usar ciertas palabras, y la necesidad casi alarmante que se torna dar sentido especifico a ellas cuando por algún tipo de razón, pueden llegar a “oler raro”)

Constante es el hecho que todo pasa por mi membrana ocular instantáneamente conectada con mi sistema de representación y designación intelectual
...Y lo otro como aquello que se corta
...O algo por el estilo

Y después...
El simple hecho indiscutible de la interacción necesaria de todo con todo, y eso y esto como simple palabra que intenta agarrar lo “inasible” digo, eso que no se descompone mas que en el coco.
Y lo marcial entendido de dos modos posibles...
-De un modo; el combate, la fricción... el eterno choque de cuerpos,
lo que no demora en entrar en tensión
-De otro modo, lo que fluye, acompaña y penetra
el ritmo de las cosas
chi
Y lo primero citado, (esto es, el combate) entendido esotéricamente y exotéricamente-

º Por un lado...
el contacto con lo otro.

º Por otro, los contactos internos desplegados cual holograma gritando:

-how much can you know yourself if you’ve never been in a fight... (¿?)
(o la pregunta, ¿qué es lo que puede un cuerpo?)

Grito que engloba la dualidad en sus dos dimensiones (la conciencia del eterno retorno de la diferencia):
El adentro y el afuera.
Lo diferente en pos de lo idéntico, y lo idéntico en pos de lo diferente
...quiero decir
Micro y macrocosmos como las fases de un mismo acontecimiento; un mismo encuentro marcial

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En el excurso de una pelea,
el acontecimiento,
un espectáculo...


el otro (él) como el show, el arte escénico en movimiento,
impredecible,
improvisado,
y desde acá el espectador, que se vuelve a su vez show para el otro, y viceversa versavice, como si no hubiese limite posible a considerar cuando se trata de un encuentro de algún/cualquier tipo


...patada de empeine – gancho – puño ...


y tal vez lo que implícito deambula es que la separata no esta en el cuerpo

A modo de introducción

A veces sucede si.