blanca de senilidad
se viste en un
tormento
de gentío, briza, rosura
su rostro impávido
en la acera se mece
con esa locura
de la ancianidad
trasvía, desvía, choca
mutila los tiempos
la baja marea
de su propio
tiempo
te encuentras
rosada
rosada,
te encuentras
tanta alegría de la noche
que caía con su luna
(ese derramar
de miel, de pintura)
de caoba
en tu piel fresca
otorgándote a la mirada de los extraños
esos otros
que anhelaban tu inocencia
tan otros los ojos
(como una fisura en redondel)
tu carne de jazmín
tu mentira de más allá
tu traerte,
regodearte,
en dulce espera
¡esperanza
de tiempos
amargos!
Monday, January 08, 2007
Inyecta
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